Este acabado se refiere al impacto de la arena a grandes velocidades contra la superficie que queremos tratar. Se emplea para eliminar óxidos, pinturas en mal estado y otras corrosiones. También es el acabado superficiel de revestimientos.
La arena es un producto fácil de conseguir y barato, pero a la hora de emplearla para estos acabados hay que sustituirla cada una o dos proyecciones, además si empleamos arena de origen marino deberemos lavarla y secarla para evitar sales. Es importante tener en cuenta que se debe seleccionar cuidadosamente la granulometría.